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Alycia...

Princesa descalza

Princesa descalza

La historia que a continuación nos ocupa sucedió hace mucho, mucho tiempo...

Hace tantísimos años, había una pequeña princesita de ojos azules y cabellos dorados al sol que vivía en un reino lleno de colores y de flores, de prados inmensos verdes, llenos de aves y mariposas revoloteando. De cielos azules brillantes. De estrellas fugaces…

Por el cumpleaños de la princesita, un año, trajeron a un cuenta-cuentos para contarle una de sus historias a la pequeña como regalo y como distracción para la ceremonia. El cuento trataba de amor, de grandes pasiones… y, la princesa, que nunca había sentido lo que aquel hombre describía, quedó fascinada y le preguntó:

- ¿Qué es amor?

A lo que el hombre respondió:

- Un día, alguien se pondrá delante de ti, y sin que puedas explicarte cómo, lo sentirás, y ya no podrás vivir sin esa persona.

La pequeña lo supo al instante, aquel hombre, le hacía sentir todo aquello que describía en sus cuentos. Pero nunca se lo dijo por vergüenza a que en el reino todos se enteraran.

Unos días más tarde, el cuenta-cuentos se marchó del reino de la princesita para seguir su camino, la princesita, fascinada por todas las historias que le había contado durante esos días le pidió que le enviara sus cuentos, para poder seguir leyéndolos, y él le prometió que lo haría.

A veces, tardaban tantísimo tiempo en llegar que la princesita se impacientaba cada vez más por leer el siguiente y el siguiente... Y mientras esperaba el próximo relato, se imaginaba por los prados de su reino que era a ella la protagonistas de esos relatos y repetía sus palabras una y otra vez como si estuviera recordando el momento en que él  se las hubiera dicho y mientras las recordaba, siempre sonreía…

Mientras pasaba el tiempo y con el tiempo ella se prometió con un príncipe del reino vecino, porque sus padre, que eran gente de costumbres y de una gran reputación, lo habían dispuesto asi.

Una princesa nunca deja de sonreír. A no ser que salga de su reino. ¿Y por qué saldría una princesa de su reino? ¿Por qué seria capaz de abandonar a su familia y a sus amigos?

Un día no llegaron más cuentos, y pasaron los días y los días esperando, la princesa estaba muy triste, la princesa ya no salía por los campos... hasta que un día llegó una carta del cuenta-cuentos para decirle que ya no podría escribirle más cuentos, porque ahora podía vivirlos con otra persona. A nuestra princesita se le puso un nudo en el estómago y las palabras la estrangularon todas a la vez, eso ¿Qué quiere decir? Se preguntó ella, el cuenta-cuentos no lo describía en sus relatos...

Quizás en esos momentos era mejor que no le dijera nada, pero quizás, sin decirle absolutamente una palabra se lo diría todo… ¿cómo no equivocarse? Y ¿por qué le surgen tantísimas preguntas? Está claro que aquel hombre no le escribía los cuentos a ella nada más... y ella estaba prometida a otro principe y que hacía mucho tiempo que no se veían, sino, ella hubiera sabido que él tenía a otra persona.

Además ¿realmente le quiere? ¿Por qué le importa tanto entonces que le diga a ella que la quiere? Es más, debería alegrarse por él, igual que él se alegra de que ella tenga a alguien que la quiere, ya se lo decía en la carta. Pero no le decía nada más, esta vez no había sentimientos con los que fantasear. Esta vez estaba vacía… pero era peor que una hoja en blanco…

Y la verdad si que se alegró.

La princesa suponía que echaría de menos sus cuentos, los que le escribía a ella sin que él mismo lo supiera.

Pobre princesita, se sentía como alguien a punto de suicidarse en su casa y como si de repente, mientras en los últimos segundos de vida que le quedasen quisiera hacer un repaso de ésta, de sus momentos más felices, como buscando un motivo para quedarse… suena el timbre de su puerta y entonces tiene un dilema, porque sabe que si se decide a abrir, ya no se suicidará, pero cree que es políticamente incorrecto suicidarse mientras alguien espera a que le abran.

Es como un niño que ve pasar el verano sentado en el borde de una piscina vacía esperando a que su padre se la llene, a pesar de que sabe que solo tiene que abrir un grifo…

Es como guardar unas latas de cerveza medio llenas, medio vacías, en la nevera que se ha compartido esperando que la otra persona vuelva, porque piensas que si las ha dejado ha sido porque va a volver a buscarlas, a pesar de que tu sabes que no lo hará, porque resulta que está con otra persona, en otra casa y durmiendo entre otras sábanas que no son las tuyas…

Quizás sólo sea el deseo, o la esperanza de que su propia fantasía se hiciera realidad y se ha pasado esperando toda una vida, así que cuando ve que la persona que tendría que hacerla realidad, hace que sea realidad la de otra persona parece tocar con la punta de los dedos los confines de la tristeza y de la soledad, que a menudo suelen tener el mismo reino… desde entonces se convirtió en una princesa triste, sin alma y sin reino…

 Un día la princesita salió a pasear por el campo y paseó y paseó y paseó hasta que ya no pudo más y ya no pudo vovler.

  Llegó a un reino cercano, y preguntó a todo los habitantes de allí si le conocían, y a pesar de que todos le habían visto ninguno sabía donde encontrarle. Y siguió caminando y caminando hasta no poder más. Y llegó a otro reino y a pesar de que a todos los habitantes a los que preguntó le conocían, ninguno supo decirle a nuestra princesa donde encontrarlo. Y andó hasta llegar al próximo reino, y despues hasta el siguiente y asi hasta desgastar sus zapatos y siempre obtenía la misma respuesta y siempre seguía caminando... una princesa nunca debe salir de su reino. Porque eso le borra la sonrisa..

Desde entonces, la princesa camina descalza y hay gente que dice que la ha visto pasear por las playas y por los campos, pero que siempre va triste y que siempre va llorando.

6 comentarios

amor -

Alycia, guapa, no he podido evitar el símil en la cabeza, ya sé que alejado de la realidad: ¿no tendría un blog el cuentacuentos? ¿Y no podría la princesa en vez de vagar descalza para siempre llegar por casualidad al blog del cuentacuentos en busca del Amor? Ya sé que soy un presuntuoso, princesa: no me lo tengas en cuenta. Un beso fuerte, de
Amor

lesan -

Me ha gustado que le hayas dado tanta sensualidad a lo que en un principio parecía un cuento infantil
besos

Agus -

Adios Alycia, ha sido un placer tocarte las narices... ;-)

Alycia -

EStamos entrando en un debato absurdo y me niego a formar parte asiq eu este es mi ultimo mensaje para ti, quiero que sepas, ya que no te llega la mente, que las demas personas que me contestan me dejan un link de sus paginas, blogs... y yo alli les contesto y siempre les doy las gracias, por favor si a alguien no se las he dado despues de ponermo un post, que me lo diga, por favor...

es que tiene huevos esto eh?

Tocho es que reboses por los cuatro costados de felicidad... y que dejes a los demás tambien, hijo que mira que eres "cansao" la virgen...

Agust'i'n -

Alycia, lo que más me llama la atención de tí es que no te hayas dignado a dar las gracias a toda esa gente que te ha escrito para decirte lo que les gustas y sinembargo sí contestes al primer pirado que te escribe para tocarte los cojones, incluso vas y le didicas un texto.... yo no hubiese contestado a un mensaje como el primero que te mandé yo..... (como ha hecho otra en otro blog)..... Me alegra que te rías de mi, no me importa, sinembargo parece que sí te escuece que alguno lo haga de tí, aunque sea un imbecil que no merece la pena. Por cierto, yo no he dicho que no me guste lo que escribes sólo digo que no entiendo tu necesidad de hacerlo....¿O es que te estás llevando pasta por esto?...... No te dirijas a mí más, corres el riesgo de que te conteste, yo no quiero hacer esta web más interesante de lo que es.... (Perdóname por no ser tan interesante y genial como tú, en el mundo hay de todo, quienes escriben y quienes leen), Y que cojones es tocho?

Alycia -

Por cierto Agustyn, para que veas que no solo escribo de sexo... te lo dedico y muchas gracias por haberme hecho reir (aunque haya sido de ti) este fin de semana...

Por cierto no conozco a ninguno de mis lectores, ni yo tengo la culpa de que les guste lo qeu escribo, como tu bien dices, es cuestion de gustos... y si no te gusta no me leas.

Que seas feliz y tocho a lo largo de tu vida