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Alycia...

No me pesa, es mi amigo

No me pesa, es mi amigo

Hijos de la misma noche, del mismo mes, y tal vez, por desgracia,
hijos del mismo siglo, nacidos en el mismo barrio del extrarradio,
en la calle me decían que quizás su padre también, había sido el mío.

A su madre le llamaban Inés, de la mía casi nada recuerdo,
pero creo que todos la decían, Olvido. No vienen a cuento hoy mi nombre,
pues esta canción que ahora escribo, es la historia de un hombre que ha muerto,
se llamaba Juan Amigo.

Siempre juntos desde niños, mezclando risas, castigos,
engañando al mundo entero, pero nunca nos mentimos.
Confieso que de vez en cuando nos metimos en líos,
algunos pequeños delitos, tan iguales, tan distintos,
sabía encontrarme cuando estaba perdido, perdonarme,
pues sabía que un hombre solo es un ángel caído, y
que una promesa verdadera, es la que se hace a un amigo,
solo canto esta canción entera al que viaja conmigo.

Maletas llenas de fracasos, puertas cerradas allí donde fuimos,
certeza de que vayas a donde vayas, nunca llegarás a nada si no es con tu amigo.
No me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa, no me pesa, es mi amigo.
No me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa, no me pesa, es mi amigo.

Noche de Enero, de frío que abrasa,
negros presagios, escupen avisos ciegos de noche, desafiando peligros,
tristes tiempos en que la mirada de un hombre,
que se cruza en tu camino, es la mirada, de un enemigo.
Las palabras están gastadas, manos cerradas empujan, un hombre ha caído,
el trabajo de los puños lo rematan los cuchillos.
La sangre se escapa, todo se marcha, solo la muerte no escapa,
solo la muerte y mi amigo, Juan Amigo.

Deja loco, no puedes aconsejarme, a gritos,
sobre su sombra, lejos de la muerte,
me llevó como lleva sus cromos un niño.

Sabía que venía y susurraba en su oído, cuando sus ojos se volvieron negros de plata,
cambió su destino por el mío, se quedó la tristeza en mis cabellos,
que corto ha sido el camino, muerto antes de haber nacido.

Amargura en las riendas de los suspiros,
él se ha muerto y yo sigo vivo,
así pasó yo lo cuento ante la tumba de mi amigo.

Maletas llenas de fracasos, puertas cerradas allí donde fuimos, certeza de que vayas a donde vayas, nunca llegarás a nada si no es con tu amigo.
No me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa, no me pesa, es mi amigo.
No me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa es mi amigo, no me pesa, no me pesa, es mi amigo.

 

 

 

PD.- Chilindri, que te quiero, que te adoro, y ya sabes donde me tienes. Estaré pendiente de ti de todas formas. Muchas fuerzas y muchos animos, nenica, qeu ella es muy fuerte y tu lo sabes. Te quiero. Mogollon de besos...

2 comentarios

fantasía -

Me habeis emocionado...

Besitos a las dos y mucha luz

chilindri -


Gracias Mon.
Te quiero.